Una especie de road movie con tintes de comedia juvenil es lo que ofrece Buscando Nirvana. Lo malo es que se pierde en incoherencias por momentos y llega a un tercer acto muy bajo, en donde lo fastuoso y misterioso que se ofrece en toda la historia, no llega a ser tan cierto. 

Tres amigos con personalidades bien marcadas y estereotipadas. Ninguna sobresale. Ello debido al poco manejo de actores que hay en la película. La dirección no es la correcta y ésto se debe a que por momentos el trío de personajes pierde la química. Caso especial el del "pastrulo" quien inicia bien con un personaje algo reflexivo, meditabundo, casi espiritual pero que se va deformando a tal punto de que resulta un absurdo su papel.

Lo de Milett es un caso aparte. Es la que mejor hace su papel y eso es más por oficio de la actriz que por méritos de su director. Se nota que la modelo ha dedicado tiempo a sus estudios de actuación y los resultados están ahí, lo malo es que no calibra bien su interpretación por momentos y eso por la ausencia de alguien que la dirija bien.

La historia deja mucho que desear por las incoherencias que abundan en ella. El romance que se quiere mostrar, no aplica. Es nulo el trabajo que se hizo para desarrollar esa subtrama romántica. Al igual que la relación del padre e hijo en problemas, resulta muy flojo el desarrollo de ese tema, sobretodo con un desenlace absurdo y risible. Y claro, uno espera que la tan mencionada fiesta a la cual los protagonistas se dirigen sea el epílogo explosivo que la película necesita, pero no... nada de eso.

Buscando Nirvana es fallida en varios aspectos que ya mencioné. Destaca lo de Milett Figueroa porque calla la boca a muchos. Sería bueno que elija un mejor guion para la próxima.

Dirigida por Alex Wright y Enrique Mendoza Bouruncle.