Año: 2016
País: Estados Unidos
¿De qué trata? Chiron es un joven afroamericano con una difícil infancia, adolescencia y madurez que crece en una zona conflictiva de Miami. A medida que pasan los años, el joven se descubre a sí mismo y encuentra el amor en lugares inesperados. Al mismo tiempo, tiene que hacer frente a la incomprensión de su familia y a la violencia de los chicos del barrio.
- retrato de crecimiento
Conmovedora. Emotiva. Tantos adjetivos se le podría poner a esta pequeña película, que con tino y sutileza muestra el crecimiento de un hombre en un mundo de drogas, abusos y marginalización.
El buen funcionamiento de la película se debe a los tres actores que dan vida a Chiron, el protagonista, en diversas etapas de su vida. Lo de Ashton Sanders, que interpreta al Chiron adolescente es el más sobresaliente ya que hace que la transición entre el primer acto y el tercero sea natural y creíble. El resto del elenco merece la misma ovación. Naomie Harris, Janelle Monáe y, por encima de ellas, Mahershala Ali, que aparece, coge un personaje que podría haber sido un tópico con patas y lo transforma en algo único e irrepetible desde la primera escena.
La película no es solo el despertar homosexual de un chico negro y pobre en un entorno hostil. Ese es el pretexto para construir una fábula social donde recordamos nuestra propia juventud. El primer amor, el modelo a seguir y la familia siempre fracturada. En una vida tan extrema como la de Chiron, donde las emociones son más precarias e intensas, se esconde la vida de cada uno. Barry Jenkins arma la película a su antojo a partir de un guión magistral. La presencia del director se nota en cada escena. Es una obra de autor, demasiado artística en la forma para pasar desapercibido. Lo bueno es que Jenkins pone la cámara en lugares donde nunca antes estuvo, con un gran juego de colores. Cine artesanal a un altísimo nivel.
Moonlight es una preciosa película, íntima, elegante y repleta de sensibilidad que dice muchísimo sin recurrir al efectismo y que nunca abandona su dramático realismo sin intentar hacer política de ello, lo cual la convierte en una rara avis. Una nueva mirada de la cultura marginal desde sus raíces.
Dirigida por Barry Jenkins.