Legaspi se basa en hechos reales. Las calles de aquel pueblito ayacuchano aún siente el miedo que se vivió en esos años. Las vivencias narradas son contadas de la misma forma como se vivieron en esa época, con un pueblo que intentaba vivir en paz pero que era azotado por ráfagas intensas de terror y miedo. Con esa atmósfera que se siente sincera y real, los actores nos brindan buenas actuaciones como para terminar de armar una historia que tiene tintes documentales.

Lo de Pietro Sibille es para destacar. Sale de su registro habitual para mostrarse como un ayacuchano (con "dejo" incluido) que vive en paz y armonía, conduciendo su programa radial de musical folklorica, hasta que el terrorismo irrumpe en su vida y se convierte en un comunicador que busca informar sobre los hechos que ocurren en su pueblo. Creíble y audaz es su propuesta interpretativa, que junto a la de Julián Legaspi, son las que más resaltan dentro del elenco.

Exquisita la fotografía que se utiliza, comunicando más allá de lo que se ve y generando esa atmósfera tenebrosa que por momentos convierten a la película en una cinta de terror. Y es que el director no se casa con nadie. Nos muestras las cosas tal y como sucedieron. Las atrocidades de Sendero Luminoso por un lado y las terribles acciones que el Ejército cometió, sumergido en una nebulosa en la cual no sabían a quién atacar. Es así que varias de esos "errores" son puestos en pantalla como muestra de que por ambos bandos se cometieron actos de violencia.

La última noticia es una película que hay que ver. Sirve de mucho como documento audiovisual histórico que informa sobre lo que fue el terrorismo en provincia. Sobre aquellos primeros pasos de Sendero Luminoso, del como actuaban frente a los pobladores, la ausencia de libertad de expresión, la ideología utilizada, el accionar funesto del Ejército y del como eso ocasionó que varios pobladores sintieran repulsión por el Estado. Hay que ver esta película para recordar lo que alguna ves pasó y que no debe volver a ocurrir.