Bryan Cranston por fin tiene la gran chance de tener un rol protagónico en el cine, interpretando a uno de los mejores guionistas en la historia del cine: Dalton Trumbo, que fue una de las víctimas de la conocida Cacería de brujas, la cual empezó en los años 40 y acabó en los 70, que hizo que cientos de trabajadores de la industria del cine tuvieran que irse, acusados de ser comunistas. Algunos, como Trumbo fueron a la cárcel y luego sólo pudieron firmar sus trabajos con pseudónimos, pero otros no tuvieron tanta suerte. 

El actor no sólo interpreta a Dalton Trumbo, una figura profunda y con mucha historia en el cine estadounidense, sino que lo hace con un estilo con sumo atractivo, mezclándolo con la historia que relata con mucha clase. Los hechos reales en los que está basada son interesantes y los amantes del cine la amarán. Incluso aquellos que no están familiarizados con la historia del celuloide valorarán el aporte o simplemente la ascendente de la trama bien articulada gracias a Cranston y un elenco de secundarios muy funcionales. 

La película es un biopic que narra las tristes desventuras de Trumbo, exponiendo los actos que realizó el no muy querido Comité de Actividades Antiestadounidenses y las injusticias que llevaron a cabo. Todo descrito de forma hábil y entretenida, optando por la forma de “cine dentro del cine” con un avance cronológico desde el comienzo del comité hasta 1970. Para ello se mezclan imágenes reales, con la inclusión de los actores actuales para disfrute de los amantes del séptimo arte. Interesante ver caracterizados a multitud de estrellas de aquellos años y que posturas tomaron muchos de ellos. 

Entre lo emocional y lo analítico, “Trumbo” es de esos films que da para comentarios posteriores sobre la historia estadounidense, reflexiones sobre el pensamiento arcaico que cíclicamente invade la mente de las sociedades y la valía del personaje en cuestión.  Quizás no sea épica, pero la película funciona, además suena bien. No recomendada quizás para ciertos seguidores de pensamiento ultra conservador, pero sí para quienes esperan una autocrítica de Hollywood, con toques de comedia, y que de paso, invita a analizar su obra.

Trumbo es una cinta que reinvindica el valor de este guionista que quizá no es recordado y que ni siquiera conocidos por muchos, pero que acá se le hace un merecido tributo. Un papel que Cranston lo maneja a la perfección (él es toda la película) y que no sería descabellado pensar que se pueda llevar el Óscar. Lamentablemente es el año de DiCaprio, que pese a no tener la mejor actuación del año, obtendrá el premio a toda una carrera.

Dirigida por Jay Roach.