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SON OF SAUL

Óscar 2016

Publicado: 2016-02-26
Año: 2015
País: Hungría
¿De qué trata? En el año 1944, durante el horror del campo de concentración de Auschwitz, un prisionero judío húngaro llamado Saul, miembro de los 'Sonderkommando' -encargados de quemar los cadáveres de los prisioneros gaseados nada más llegar al campo y limpiar las cámaras de gas-, encuentra cierta supervivencia moral tratando de salvar de los hornos crematorios el cuerpo de un niño que toma como su hijo.
el holocausto por dentro

Cruel. Realista. Cruda. Siniestra. Son tantas cosas que uno percibe al final de esta película, que te dejan pensando en un tiempo prolongado sobre que tan nefasto puede ser el ser humano en ocasiones. Para el hombre actual y el venidero, el Holocausto es y será un hecho terrorífico, que le ha pasado a otros. Un horror pretérito y nubloso, prestado por los que sí lo vivieron. Podemos escudriñar aquella lejana infamia, confeccionándola en las imprecisas manos de nuestra imaginación; podemos horrorizarnos, y deshacerlo todo cuando nos asustemos demasiado.

El terrible relato es narrado mediante una dirección impecable a cargo del que, durante años, fuese asistente habitual de Béla Tarr. La elección que realiza es siempre la opción perfecta entre todas las posibles formas de filmar secuencias, de capturar cada uno de los planos. Nemes se atreve a introducir una visión semi-religiosa de la salvación del espíritu en ese entorno donde lo terrenal queda condenado por decisión del hombre. Su meta será salvar el último resquicio de inocencia que queda en el mundo cruel que le ha tocado vivir a Saúl, con los horrores que ha tenido que ver, escuchar, sentir y oler, y es ahí donde Son of Saul ha conseguido cautivar y calar más hondo en su proceso narrativo, que corría el riesgo de ser repetitivo y, sin embargo, ha logrado que se pueda ver un atisbo de originalidad en su presentación. 

Nunca he visto que se haya contado una historia sobre el Holocausto de la manera en la que László Nemes lo hace en El hijo de Saul. Verla es vivir una experiencia tan agobiante y densa como inolvidable. Durante todo el metraje, la cámara no deja de seguir a Saul. Te metes en su piel hasta tal punto que vives con él el horror, la angustia y la injusticia. Un recurso maravilloso que emplea el director para generar esa sensación de asfixia es desenfocar el fondo. No es tanto lo que ves, que al fin y al cabo es todo el rato a Saul en plano corto, sino lo que no ves, lo que escuchas y lo que te imaginas. Está rodada en 4:3, por lo que la experiencia se convierte en algo aún más intenso al encerrar al personaje en un espacio más estrecho. 

Pocas veces se presencia un planteamiento artístico y estético tan soberbio como éste, donde forma y fondo se complementan a la perfección. Los encuadres claustrofóbicos y sin profundidad de campo, los planos secuencia que siguen y persiguen al protagonista en su angustioso peregrinaje en busca de una utopía, la tonalidad opaca de la fotografía, ayuna de color, dominada por las sombras, la suciedad y el barro, el tono de derrota constante y peligro implacable y al acecho, las imágenes sin brillo, sin énfasis ni subrayados que muestran las mayores bajezas que el ser humano causa a sus prójimos cuando tiene algo de poder y de dominio sobre ellos.

Son of Saul es emotiva, intensa, degradante y especial. Quizá alguno de esos calificativos ronden por las cabezas de aquellos que tengan la chance de verla, o quizá pase desapercibidos para otros que no lograrán seguir el ritmo del ritmo. A mi parecer, es una película que nos pone ante una realidad que aparentemente es lejana en el tiempo, pero que el mismo presente nos la pone siempre a la par: lo inhumano del ser humano.

Dirigida por László Nemes.


Escrito por

Omar Cáceres

No me considero crítico, solo escribo lo que me deja una película. No suelo ser técnico, utilizo el lenguaje que cualquiera usaría.


Publicado en

CINEFILIA

Espacio donde opino sobre películas de hoy y siempre, sin usar lenguaje técnico como para que no te aburras al leer.