Deben saber que mis superhéroes favoritos de todos los tiempos son los X-Men. Así que apreció demasiado que por fin se le haya hecho justicia a este personaje y que, gracias a Dios, FOX tiene los derechos de todos los personajes de X-Men, porque si Disney adaptaba a este personaje, hubiera sido desastroso.

Después de una muy acertada y divertida campaña publicitaria que consiguió posicionar a uno de los personajes de Marvel menos conocidos (para todo aquel que no sea fanático de los cómics), las expectativas eran muchas y fueron felizmente saciadas. La estructura narrativa del relato, que cuenta en paralelo el presente de Deadpool y en flashbacks la génesis del anti héroe, permite que el ritmo vertiginoso no decaiga nunca, gracias a un preciso montaje y una banda sonora interesante (ochenterasa), y sobre todo, el ácido humor del personaje, dando forma a un film sólido con una típica historia de superhéroes contada de manera ágil y sobre todo muy divertida.

A otro personaje que se le hace justicia es a Colossus, ya que esta vez tiene más presencia, es más fiel a los cómics (notarán un clarísimo acento ruso) y se hace énfasis a su extraordinario poder. Una justicia que no había sido tomada en cuenta en la franquicia X-Men, en donde siempre aparecía por segundos o era derrotado con facilidad (como en X-Men: Días del Futuro pasado). Quizá los villanos no estén al nivel esperado, pero eso no interesa sinceramente. El primer plano se lo lleva Deadpool porque es a él a quien vinimos a ver. 

Aquí lo que reina es la comedia desaforada que arranca desde los créditos de inicio con un personaje que no se toma nada en serio y que, aprovecha el mismo recurso del cómic de romper la cuarta pared, abriendo la posibilidad de mezclar el universo ficcional con el real, con un Ryan Reynolds que, como si de un artista de stand up se tratara, no para de hablar y hacer chistes de todo y contra todos, siendo Reynolds uno de los varios grandes aciertos del filme.

Hay escenas post créditos y si no las entienden, es porque el personaje al que se refiere Deadpool no es del todo conocido. No puedo mencionarles más, pero quédense hasta el final de los créditos para que el mismo mercenario les diga qué es lo que se viene en la secuela. 

Deadpool es una película que reivindica a Ryan Reynolds y al mismo Deadpool (que es lo mismo). Logra ampliar un poco más el universo X-Men, el cual es mencionado en gran parte de la película y nos muestra a una de las mejores adaptaciones de los cómics que se hayan hecho. Humor gamberro, buena dosis de violencia, un personaje tal cual aparece en los cómics, buena banda sonora y una ilusión de que pronto veremos a los X-Men junto a Deadpool. Antes parecía una utopía pero ahora se ve como una futura realidad.

Dirigida por Tim Miller.