Más que terror esta cinta es tipo de fantasía y hasta cierta comedia. Me hizo recordar mucho a los Gremlins y eso ya es decir "no terror". Quizá uno de los principales defectos de la cinta es que trata descaradamente de ser diferente. No es una película mala y sé que va a gustar a un sector importante del público, pero en mi opinión, la película funciona tan bien que digamos.

Tiene unas bajadas de ritmo alarmantes y muchas ideas en unos campos y muy pocas en otros. Te dan una de cal y otra de arena, las pocas escenas con más ritmo están bastante bien rodadas, tanto por el genial diseño de las criaturas (geniales pero repetitivos) como por la preciosa fotografía de Jules O'Loughlin. Hay unas interpretaciones más que decentes por un puñado de actores y actrices curtidos en la televisión, la mayoría en comedia, género a la que la película recurre constantemente.
La cinta alcanza un delirio de tal magnitud que en ocasiones roza la vergüenza ajena y no puedo evitar echarme la mano a la cabeza. Nos deleitan con un largo desvarío característico de un remake malo de los Gremlins, Poltergeist o incluso una película de Tim Burton mal hecha. 

La película experimenta diversos cambios de tono ante los cuales no resulta tan fácil adaptarse, lo que empieza como una típica comedia familiar de época navideña va dando lugar a un cuento oscuro de terror un tanto violento. Si bien el filme nunca abandona del todo el tono de comedia, por momentos consigue generar atmósferas muy oscuras plenas de terror, que la vuelven imprevisible y atípica, y con una ambientación bastante lograda, sobre todo la apariencia de las criaturas que resultan lo mismo atractivas y aterradoras.

Krampus es una aceptable cinta de terror navideño. Quizá tenía potencial para haber sido una película de culto (la Gremlins de los años 10) pero se va al traste por la poca creatividad a la hora de escribir el guión y un final totalmente predecible. Logrará entretener a aquellos que se dejen llevar y sobre todo, logren adaptarse a los repentinos cambios de tono de una película que resulta eficaz en sus pretensiones.

Dirigida por Michael Dougherty.