El último proyecto de Frank Pérez Garland fue "La cara del diablo", proyecto de terror que no estuvo bien y que me dejó la sensación de que aquel cineasta que intentaba explorar los conflictos de sus personajes (como en Un día sin sexo), optaba por elegir el camino más sencillo. Menos mal no fue así.

Ella & Él es un relato corto y concreto. Dos personajes en pantalla y una sucesión de hechos que nos muestran cómo el amor inicia, camina e intenta no decaer. Dos personas que deambulan con miedo por el mundo y que reflejan melancolía por las derrotas del pasado. Lo bueno es que se siente como si fuera una historia común y corriente, sin que se llegue a percibir el halo de ficción y ese es el fuerte de toda la película: su naturalidad.

Vanessa Saba construye muy bien su personaje. Nos muestra una mujer temerosa, con miedo a seguir avanzando por la vida. Sensible por situaciones que felizmente no son contadas de manera específica pero que se perciben a lo largo de la historia. Su melancolía se manifiesta en varias escenas. Su miedo al fracaso. La pérdida de la ilusión de vivir feliz. Lo de Giovani Ciccia también es meritorio, pero no llega a la escala de la Saba. 
Perez Garland muestra, mediante sutiles momentos, la relación entre ella y él. Desde el momento que se conocen, de cómo van surgiendo las cosas, sus primeros tropiezos, los primeros encontrones de personalidad y todo lo que uno puede identificar que ocurre en una pareja que inicia relación en el epílogo de los 30s. Es una actitud distinta. Las mentes lucen con mayor experiencia y los miedos del pasado terminan siempre por intentar asesinar cualquier tipo de ilusión. Y eso es lo que pasa con los dos protagonistas, quienes irradian esa inestabilidad emocional que les complica la existencia. 

Ella & Él dura lo necesario como para sentir lo que el director desea transmitir. No se sube por las ramas ni muestra clichés, simplemente pone sobre el tapete una relación de treintañeros, complicada e inestable pero que intenta sobrevivir pese a todo. Y lo que se ve es, a mi modesta opinión, lo que en la realidad ocurre. Lo bueno es que es tal la naturalidad que expresan Saba y Ciccia que se siente como si fuera una historia de tus patas o de uno mismo. La música presente en los momentos precisos y una astuta manera de presentar la historia, hace que considere a esta cinta nacional como una de las mejores del año.

Pd.- Qué cantidad de puchos que se fumaron durante toda la pela. Y que paja hubiera sido que ese vinilo de Leusemia sonará en la película.

Dirigida por Frank Pérez Garland.