Año: 2009
País: Holanda
¿De qué trata? Dos chicas norteamericanas que viajan a través de Europa tienen una avería en el coche en mitad de un bosque, en Alemania. Buscando ayuda llegan a una casa aislada y, al día siguiente, despiertan atrapadas en un tétrico sótano junto a un hombre japonés. Poco después descubren que están en manos de un siniestro médico alemán que anteriormente era un cirujano especializado en separar a gemelos siameses. Sin embargo, para ellos tiene otro escatológico plan, en los límites de lo imaginable...
- enfermiza mentalidad
¿Qué se puede esperar de un cineasta que le apasiona "Saló o los 120 días de Sodoma"? Pues algo retorcido.
Descubrí esta película en la selección de competencia del Festival de Sitges 2009, en donde no pasó desapercibida debido a su curioso trailer y al argumento que llamó la atención de todos. Y pese a que cuenta con todas las pautas para ser considerada una película asquerosa o difícil de mirar sin gestos de asco o repugnancia, es todo lo contrario a lo que uno piensa encontrar en toda la historia, ya que no hay una sola imagen explícita o gore exagerada o que genere algún tipo de malestar visual. Mas abunda lo terrible y enfermiza que puede ser la mente del protagonista.El Doctor Heiter puede que sea un personaje de ficción, pero cuántos personajes reales hay en el mundo como él o peores que él. La diferencia es que muy pocas películas se atreven a representar a este tipo de personas, ya que no desean herir susceptibilidades. La cinta cuenta la historia de este médico que, en su locura, decide experimentar en base a alucinaciones que lo llevan a concebir una de sus grandes fantasías: la creación de un ciempiés humano.
Tal vez lo más jodido (y difícil de digerir) de la película es la forma como explica a sus pacientes sobre la creación de su bizarra y enfermiza fantasía. De solo imaginarnos la forma como va a operar y como se sobrevive a este proyecto, produce cierto asco. Pero es solo imaginación, no hay una acción visual que ayude a que esto sea más asqueroso aún.
La actuación de Dieter Laseter, como el enfermo médico, es formidable. En todo momento nos da a entender que es un tipo que perdió el juicio hace tiempo. La forma como desprecia a la raza humana, a punto de rebajarlos a ser unos simples conejillos de india para su experimento, habla mucho de lo peligrosa que está su salud en toda la historia.
La película llega a su climax total cuando aparecen, cerca del final, dos policías alemanes (por cierto, la película es rodada por esas tierras europeas) quienes serán el principal obstáculo para el doctorcito y su nueva invención. Eso sí, hay algunas escenas que pueden ser chocantes, pero fuera de eso, la cinta es muy buena para el rango al cual pertenece. No hay nada incoherente y fuera de contexto que pueda dar a entender que es un bodrio.
El ciempiés humano me parece mucho mejor que tantas películas que han querido causar controversia en base a historias sobre personajes mentalmente inestables o hechos que no son del agrado del público en general. Esta cinta no es tan repulsiva y pese a que tiene detrás de cámaras a un director que puede trasgredir los límites del buen gusto, aquí se contiene y realiza una obra que con el pasar de los años se ha convertido en culto para varios seguidores del género terror y fantasía.
Dirigida por Tom Six.