País: Estados Unidos
¿De qué trata? Un veterano estafador acoge a una atractiva joven bajo su protectorado, pero las cosas se complican cuando ambos comienzan un romance. Todo comienza cuando Nicky (Will Smith), un consumado maestro de la estafa, comienza un romance con Jess (Margot Robbie), una novata en el oficio. Mientras le enseña los trucos del oficio, ella desea estrechar demasiado los lazos con Nicky, y éste rompe de repente la relación. Tres años más tarde, la mujer que había encendido una llama en él, convertida en una mujer fatal, reaparece en Buenos Aires en un circuito de carreras en el que hay apuestas muy elevadas.
- de estafas y romances
Lo destacable de la película está en su perfecta introducción a los hechos. Esos primeros 20 minutos la hacen interesante y uno se enchufa al toque con la historia. Lo lamentable es que luego va decayendo y no logra sostenerse bien, salvo contadas escenas que nos enderezan el camino.
Focus es una historia sobre estafadores y ladrones (o carteristas), al mismo estilo de La Gran Estafa o 9 Reinas. Su historia logra enganchar gracias a ese ritmo rápido y vertiginoso que tiene su presentación. Nos muestra a este submundo de timadores como una gran empresa que chambea robando pertenencias de manera perfecta, utilizando la astucia y la creatividad para lograr su cometido. Luego de El lobo de Wall Street, el camino actoral de la australiana Margot Robbie pinta muy bien y pienso que destaca un poco más que Will Smith en esta cinta. Al actor lo noté algo lánguido y no tan comprometido con su personaje, mientras que la australiana se notó que no quiere ser solo un cara bonita y cuerpo de infarto, sino que quiere destacar más por sus dotes como actriz. Lo malo es que la historia no ayuda mucho a que ambos resalten más de lo debido, porque tiene una serie de bajones que provocan el desinterés por lo que se cuenta. En ese aspecto es muy floja la película, al no mantener la intensidad necesaria como para mantener enganchado al espectador.
Me gustó la banda sonora, plagada de clásicos de los 70s y por ahí uno que otro de 80s, que pintaban a la película como una pela de cine negro (salvando abismales diferencias). Quizá lo que me gustó más aún fue la escena en el estadio, en donde termina prácticamente todo lo mejor de la película. De ahí en adelante como que cae en un descenso que le cuesta revertir hasta el desenlace, que no es del todo suficiente como para dejar la historia por lo alto.
Focus es la tercera película que codirigen estos directores, tras el éxito de Crazy, stupid, love (2011), la cual sobresale por su reparto protagonista, que congenian bien en la pantalla pero que no saldan la deuda que tiene la historia. Es entretenida por momentos pero no termina de convencer del todo.
Dirigida por Glenn Ficarra y John Requa.
