Mucho se ha dicho de esta película en los últimos días, que recién ayer pude verla y crearme, ahora sí, una opinión basada en hechos concretos. La ópera prima del conocido Aldo Miyashiro flaquea en muchos aspectos y tiene poco que rescatar. Quizá eso mínimo que se aprecie de esta película, hace que muchos la valoren no como se debe. Y es que "Atacada" toca un tema interesante pero que no es aprovechado por su director, o al menos esa es la conclusión que uno tiene cuando termina de entender la historia.
Los 120 minutos de duración son excesivos. El director divide su obra en tres segmentos, que intentan destacar un hecho en común que sucede en la travesía que le toca vivir a la protagonista, siendo el último de ellos el más innecesario y el que entorpece todo el concepto final de la historia. Es probable que a continuación se me escape algún spoiler. Advertido estás.

Me hubiera gustado que el director explore un poco más el drama interno que vive Andrea (Ericka Villalobos) con su pareja. No hay mucha historia en torno a esa pareja y la debería haber, porque en este tipo de casos, como lo es una violación, la víctima no es la única que sufre, sino todo su entorno. Me pareció inexplicable que Gonzalo Molina (el novio) no tuviera más énfasis en la trama y que se perdiera a un lado del camino (su desenlace es para el olvido). Ahí radica uno de los principales errores de la película: un elenco numeroso. 
El reparto de Atacada es extenso. El chino se equivoca en colar a demasiadas figuras en su elenco. Como ejemplo lo de Beto Ortiz: es gracioso como cameo pero su actuación en el juicio no es buena (y se le perdona porque no es actor), al igual que la aparición fugaz de numerosos actores y personajes que no aportan mucho a la trama. La confusión se vuelve alarmante en los últimos 25 minutos, en donde la historia deja de lado a su protagonista y estamos ante una serie de escenas que  escapan de la esencia que se quiere transmitir en la película. La violencia pasa a ser una solución, el sicariato en una alternativa, la venganza en un hecho de redención. Quizá la forma de comunicarlo no fue la correcta (lisura excesiva, gore medio encaletado, humor ácido y oscuro) y dejaron a más de uno con varias interrogantes, que la escena post-créditos no supo responder con claridad.

Es el primer trabajo del Chino como director.
- Se plantea una idea atractiva, una crítica social y política que no es aprovechada de buena manera.
- Las actuaciones no destacan porque no se maneja un perfil adecuado que resalte a unas más que otras (el caso del novio es un ejemplo clarísimo). 
- "Andrea y la rabia", tercer episodio, es el más fallido y escapa de la ilación que se venía construyendo con los otros capítulos. No hay rabia, no hay Andrea, no hay sentido. 
- La excesiva duración de la trama no es justificable. Hay escenas que no aportar al concepto final y personajes que simplemente pudieron ser eliminados. A veces por extender tanto una historia, se genera mucho más confusión, debido a que la trama se enreda y su mensaje no es claro. Mucho entusiasmo no fue lo canalizado de la manera correcta.

Atacada: La teoría del dolor toca un tema que a todos nos compete. Sea cual fuera nuestra opinión de la película, no difiere de lo uno piensa sobre la violencia contra la mujer. El error más latente de la película es no saber comunicar de la manera adecuada el concepto principal de ello. Uno sale del cine con la idea de que la venganza justifica todo. Que si la justicia te da la espalda, la solución es la violencia. En vez de explicarnos (SPOLIER) como llega a tener un hijo la protagonista, qué drama debe atravesar luego de la sentencia injusta y  cómo encaminar su vida ahora, se nos muestra un capítulo de la Gran Sangre, mezclado con personajes de Misterio. 

Para ser su primera película, el chino Miyashiro tendrá que corregir varios aspectos y mejorarlos en su siguiente proyecto. Así es la vida, de los errores se aprende demasiado.

Dirigida por Aldo Miyashiro.