La película resulta ser la ópera prima de la directora anteriormente mencionada, lo cual es interesante ya que debuta con buen pie en el mundo del cine. Aparte de un buen manejo de dirección para contarnos esta historia, se le suma la gran actuación de los dos protagonistas: la madre y su hijo. Ambos se apoderan de la pantalla grande y logran que presenciemos una espeluznante historia sobre extrañas apariciones producto de la imaginación perturbada de los protagonistas, así como la forma en que afrontan sus miedos más oscuros y los cambios repentinos de conducta, que son a la larga las razones por la cual la película genera cierto miedo.
El terror empleado se torna clásico en determinados momentos, ya que no vemos episodios sangrientos (gore o slasher), así como la reiterativa intención de apariciones demoníacas o paranormales que ya aburren en las supuestas películas de terror que se estrenan por semana en nuestra cartelera. Aquí prima mucho la inteligencia de la puesta en escena, ya que no suele ser del todo clara e intenta que el espectador interprete, subjetivamente, lo que ocurre en dicha casa.
La fotografía e iluminación también sobresalen, debido al empleo de colores grises en toda la historia, lo cual inyecta más aún de pánico en ciertas escenas. Babadook no solo es un supuesto libro de terror que protagoniza hechos de terror en la vida de Amelia y su hija, también es aquello que los niños leen e imaginan en su particular punto de vista. Es quizá el temor de ellos a algo que los adultos no entendemos bien, pero que se puede tornar peligroso si no recibe el apoyo adecuado por parte de los padres. 
The Babadook es una interesante propuesta del género terror ya que cuenta una historia que no solo se centra en un solo tema y que deja con muchos enigmas en su desenlace. Es de aquellas cintas en donde las explicaciones no son contadas explicitamente  en la trama, pero que logran ser resueltas por los hechos que se van sucediendo. El resultado puede ser tenebroso o no, pero lo que sí te va a dejar es el ver una película bien contada, con buenas actuaciones y que no utiliza repetitivos gags del cine de terror. Lleva en su historia el adjetivo de "original" y bien ganado.

Dirigida por Jennifer Kent.