Una película siempre toca un tema de ficción y a veces se basa en hechos reales, que son especificados en los créditos iniciales. En este caso, estamos ante una cinta que está diseñada para generar controversia, ya que su historia es polémica debido a las cuestiones políticas que se tocan. Más allá del humor disparatado que logran realizar James Franco y Seth Rogen, la película no puede escapar de la coyuntura política que se describe, siendo muy directa en varias escenas, sobretodo cuando se toca temas de realidad histórica que todos conocemos muy bien.
En cuanto a la película en sí, es divertida y lleva un humor que roba sonrisas. El dúo protagonista se conoce muy bien y sabe qué recursos utilizar para generar carcajadas bien logradas, sobretodo cuando emplean el humor negro muy característico en ellos. Otra cosa que me llamó la atención fueron los cameos de algunos reconocidos actores (muy gracioso lo de Eminem). 
La historia nos muestra a un reconocido entrevistador televisivo (Franco) quien recibe la propuesta de ir a entrevistar al dictador norcoreano, para cumplir la misión impuesta por la CIA: asesinarlo. Junto a su productor (S. Rogen) viajan hasta la alejada Corea del Norte e inician la gran aventura que se muestra como un acto de salvación para una nación. Luego de la primera hora de metraje inicia la polémica, debido a que el dictador asiático es presentado como un ser mentiroso, con problemas relacionados a su infancia, déspota y algo loco, aparte que es un fan de la música de Katty Perry. Todo esto intenta ser llevado como sátira pero es tan apegado a la realidad, que debe resultar chocante para una persona que no tenga la suficiente correa para aguantar una comedia de este estilo. 
Todo el problema generado por esta polémica película me parece exagerado. Primero porque estamos ante una comedia de grueso calibre que no tiene mucho de político. Segundo que siendo una sátira política, debió ser tomada como tal y no tan a pecho. Y por último, creo que todo lo ocurrido benefició mucho a la política, ya que el rótulo de "película prohibida" la va acompañar por siempre y serán millones lo que intenten verla. Si el objetivo de los hackers era que jamás salga a la luz esta cinta, se olvidaron del efecto rebote.

Dirigida por Evan Goldberg y Seth Rogen.