El director francés había estrenado el año pasado Una familia peligrosa (cinta que llegó recién este año a nuestra cartelera) y no me había dejado del todo satisfecho, pero felizmente pudo reinventarse para ofrecernos esta muy inteligente película, en donde la acción se ve entremezclada con un argumento que roza con el complejísimo desenlace que aturde al más sano de los asistentes. Y es que desde el arranque nomas se ve la mano de Besson en la historia, en donde intenta irradiar de creatividad el ritmo de la misma y no dejar nada fuera del metraje. Qué buena locación consiguió para alojar esta trama, ya que Hong Kong se complementa de buena manera con el tipo de acción que se quiere mostrar. 
Otro punto para destacar es la explicación que se va dando sobre el funcionamiento del cerebro, convirtiéndose la película en una interesante y divertida clase de neurología. Mientras Lucy aniquila rivales con el poder extraño que ha conseguido, el Profesor Norman (Morgan Freeman) va explicando a un auditorio las probables consecuencias que depararía el uso de las capacidades del cerebro humano al 100%, lo cual deja una interrogante ¿Será cierto eso?
La exuberante actriz se ha convertido en un imán de taquilla, ya que le ha ido bien a la cinta en los lugares donde ha sido estrenada, incluyendo el Perú. Su campaña publicitaria ha sido prudente y se ha ganado los elogios y recepción que ha tenido gracias al talento propio de su historia. Una cinta de acción bien realizada, con el humor preciso (y muy astuto), un desenlace muy arriesgado y que no deja indiferente a nadie. Las actuaciones han ido acorde a la regularidad transmitida en la cinta, teniendo como gran soporte las diversas locaciones utilizadas, que ayudaron mucho para que la película tenga el ritmo ya mencionado.
Lucy trae de vuelta al mejor Luc Besson. Aquel que siempre inyecta de buen humor su cine de acción y que siempre tiene una sorpresa en sus desenlaces, así sea algo disparatado para muchos, para el cine y los que amamos el cine es muy de agradecer.

Dirigida por Luc Besson.