La historia original es perfecta para realizar una película. Lamentablemente lo mostrado no es óptimo. Empezando por la flojísima actuación del niño, del cual dependen todas las emociones que la historia pueda transmitir. Creo que ahí está el punto más flojo de toda la trama, ya que cuando el pequeño actor tiene protagonismo en la trama, es donde más cojea todo su argumento.
Quizá también debo agregar que no es del todo clara y precisa al comunicar la idea central de la historia, ya que cae en continuos baches que entorpecen el entendimiento de la idea central, que sí comunica el libro, y aparte que hay escenas o minutos que aburren. Eso habría que agregarle a las actuaciones irregulares y flojas que abundan en la historia, que no llegan a comunicar o irradiar la emoción que uno podría esperar de una trama como ésta.
Interesante el tema que se toca, ya que siempre genera foros de discusión en todas partes aquello de si el cielo existe o no, y la recurrente pregunta de conocer si es que hay vida después de la muerte. Es por ello que quizá se espere mucho más acerca de este relato, ya que el libro fue todo un suceso y ha recorrido gran parte del mundo, contándonos la experiencia de un niño que estuvo a un paso de la muerte y que pudo recorrer el cielo mientras estuvo en estado delicado de salud. 
A muchos tal vez les emocione en algo este tipo de historias, pero para los que no están tan ligados a temas de fe y religiosos, la historia les aburra, no les transmita mucho y quede como una simple anécdota contado por un padre, acorde a lo vivido por su hijo. Eso sí, el libro quizá les ayude más a entender este hecho que merece ser atendido por todos.

Dirigida por Randall Wallace